Tras concertar una cita con la persona interesada te encuentras que esta busca algo distinto, y es que por mas que uno se empeña en dejar claro que lo que ofrecemos es un piso compartido en el que compartir experiencias, una convivencia real, lo cierto es que la necesidad colapsa el pensamiento. Puedo entender que la busqueda de piso compartido en una ciudad como Palma de Mallorca sea una tarea tediosa y complicada, soy consciente de que la calidad de los inmuebles deja mucho que desear y mucho mas las personas con las que vas a convivir y ya no hablemos de los precios tan elevados de los alquileres.

Pero se ha de entender que si se ofrece una habitacion en piso compartido en Palma de Mallorca de convivencia, no es para meterse en cualquier piso, no es para entrar a vivir con cualquier tipo de persona y mucho menos es para habitar una habitación en aislamiento, simple y llanamente porque si los otros compañeros desean vivir conviviendo y disfrutando la convivencia compartida, pues desean personas que compartan esa inquietud.
Entiendo que vienes de fuera, que dejaste la familia y sus comodidades, puedo entender que vienes a trabajar o a estudiar, pero no olvides que vienes a vivir, vienes a pasar 24 horas cada día en esta ciudad y como mínimo 2/3 estaras en el piso, bien durmiendo o bien conviviendo, así que si no intentas disfrutar de una convivencia, sin lugar a dudas este translado al paraiso (Palma de Mallorca, la ciudad del «que bien se vive en Mallorca») llegará a ser una oportunidad desaprovechada de disfrutarla.

Un simple cuadrante de turnos de limpieza, una conversación continua, un interés en la vida de los otros compañeros (con la justa medida del respeto a la íntimidad, no supereis los límites racionales) esto sin lugar a dudas os recompensará, os generará una amistad.