Cuida tus emociones
A veces aunque con todo el deseo que podamos imaginar hayamos decidido compartir piso, a muchos les pasa que les llegan esos momentos que quisieran estar solos, y quizás no exactamente solos, pero que no quisieran hablar con nadie, ya sea porque se sienten muy cansados, ese día están de mal humor o simplemente quisieren darse su espacio.
Que cambiemos de estado de ánimo eso es muy normal, pero tenemos que aprender a lidiar con cada uno de nuestros estados de ánimo porque no podemos transmitirle a los demás las emociones negativas que tengamos a los demás. No debes nunca ponerle mala cara a tus compañeros debido a que se trata de la persona que has elegido para compartir piso, y eso siempre lo debes entender. La mejor parte es que si algo te molesta lo puedas comunicar, pero lo que francamente debes evitar es hacer que tus compañeros se sientan mal porque tú simplemente no puedas lidiar con tus emociones.
Que busques tu espacio en el piso compartido no está mal, pero lo que sí no es apropiado es que la mala cara por un día agitado o por los problemas de la calle los lleves a la casa. En otras ocasiones que un compañero de piso es como tu familia, es la persona más inmediata que podría socorrerte en caso de que algo no vaya bien. Que tengan una buena relación es lo más apropiado porque si en el piso sólo viven ustedes no hay nada que pueda causar problemas, es decir de ustedes depende la tranquilidad. Todos no amanecemos igual todos los días, por tanto os aconsejo darse su espacio, respetar el espacio de los demás. Cuando seas tú quien notes que tu compañero esté triste o que simplemente no se siente bien cual sea el motivo es bueno que le des tiempo para superarlo.